Masturbándose antes de irse a trabajar

Sintiendo la prisa de la adrenalina, se entrega al auto-placer antes de dirigirse al trabajo. Los rítmicos golpes lo llevan al borde, culminando en una poderosa liberación, capturada en un clímax satisfactorio.

Antes de dirigirse al trabajo, un joven no puede resistir las ganas de darse placer a sí mismo.Con sus dedos, acaricia su miembro palpitante, acariciándose hábilmente con su otra mano y provocando su sensible cabeza de polla.Sus ojos están cerrados, perdidos en el éxtasis de su propio toque, sus respiraciones entrando en jadeos furiosos mientras se acerca cada vez más al borde.Su mano se mueve más rápido, su agarre más fuerte, sus golpes más urgentes.Su cuerpo se tensa, sus músculos se estremecen con la liberación inminente.Y luego, con un golpe final, desesperado, alcanza el clímax.Su manos están cubiertas de su propia leche caliente y pegajosa, su cuerpo se estremea con la intensidad de su orgasmo.Pero no hay tiempo para saborear el momento.Rápidamente se limpia, su mente ya centrada en las tareas por delante.Sin embargo, la memoria de su reciente placer persiste, un recordatorio de la satisfacción que encontró en su propio roce.